lunes, 28 de enero de 2008

Encuesta sobre los hábitos de lectura

La Fundación El Libro y la Universidad de San Andrés realizaron una encuesta sobre los hábitos de lectura para la 33ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Antes y durante la pasada 33ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, la Fundación El Libro y la Universidad de San Andrés realizaron una encuesta para conocer y analizar los hábitos de lectura de los residentes en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y el Gran Buenos Aires (GBA).
La encuesta fue efectuada sobre una base total de mil personas, divididas en dos muestras. La primera fue tomada a más de quinientas personas de todas las edades en diversos puntos de CABA y GBA, fue completada con una segunda de quinientas personas consultadas durante la 33ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

"Leer es un Placer"

Un 86% del total de los consultados aseguró leer libros, un 80% leer diarios y un 75% revistas, de algún tipo. Un 13% dijo no leer libros, mientras que un 22% afirmó no leer ninguna clase de revistas y un 17% permanece ajeno a la lectura de diarios.
Entre las motivaciones para la lectura, los encuestados que leen libros, principalmente, lo hacen por placer (38%), por estudio- formación (33%), para informarse (14%) y por trabajo (10%). En tanto, los que no leen libros afirmaron que no son lectores porque no les gusta o los aburre (40%), por no tener tiempo (37%) y debido al costo de los mismos (12%), entre otras razones.
Las novelas, los libros de estudio-manuales y los clásicos, encabezan el ranking de los tipos de libros más leídos. Le siguen los libros para profesionales, de ensayos, de cuentos, de autoayuda, entre otros géneros literarios.
El 43% de las personas encuestadas que aseguraron leer libros, leen entre 1 y 5 ejemplares por año; mientras que un 30% de ellas lee entre 6 y 10 libros al año y un 25% más de 10 títulos.

Hábitos de Lectura

DIARIOS
80% lee diarios *.
17% no lee diarios.
03% NS-NC.

Soporte
* 70% lee diarios en soporte papel y el 30% restante a través de la web.

REVISTAS
75% lee revistas.
22% no lee revistas.
03% NS-NC.

Tipos de revistas más leídas
30% Espectáculos.
20% Hobbies.
15% Culturales.
15% Especiales para el hombre y la mujer.
11% Profesionales- Económicas.
09% Otros tipos.

LIBROS
86% aseguró leer libros.
13% no lee libros.
01% NS-NC.

Cantidad de libros
43% de los consultados afirmó leer entre 1 y 5 ejemplares por año.
30% lee entre 6 y 10 libros anuales.
25% lee más de 10 libros por año.
02% NS-NC.

Tipos de libros más leídos
19% Novelas.
17% Estudio- Manuales.
12% Clásicos.
10% Profesionales.
09% Ensayo.
09% Cuentos.
08% Autoayuda.
07% Poesía.
06% Otros tipos.
02% Infantiles.

Tipos de géneros de novela más leídos
23% Policial.
22% Ciencia Ficción.
20% Románticos.
12% Humor.
23% Otros.

Tipos de géneros de cuento más leídos
28% Ciencia Ficción.
18% Románticos.
17% Policial.
13% Humor.
24% Otros.

Según franjas etarias
Entre 5 y 14 años, un 88% lee libros **.
Entre 15 y 25 años, un 88% lee libros.
Entre 26 y 40 años, un 85% lee libros.
Entre 41 y 65 años, un 85% lee libros.
Más de 65 años, un 81% lee libros.

** Los tipos de lectura de su preferencia son:
27% Libros de Estudio- Manuales.
20% Cuentos.
18% Novelas.
09% Infantiles.
09% Ensayo.
05% Autoayuda.
03% Clásicos.
03% Poesía.
03% Profesionales.
03% Otros.

Según nivel de estudios
Primario completo: 55% lee libros.
Secundario completo: 75% lee libros.
Terciario completo: 78% lee libros.
Universitario completo: 90% lee libros.
Postgrado completo: 100% lee libros.
Primario en curso: 100% lee libros.
Secundario en curso: 90% lee libros.
Terciario en curso: 57% lee libros.
Universitario en curso: 85% lee libros.
Postgrado en curso: 95% lee libros.

Causas y razones
Del 86% de los encuestados que aseguraron leer libros, afirmaron que lo hacen por los siguientes motivos:
38% Placer.
33% Estudio- Formación.
14% Para Informarse.
10% Trabajo.
05% Otros motivos.

Por su parte, el 13% de los encuestados que aseguraron no leer libros, dijeron que no leen por los siguientes motivos:

40% No le gusta- Aburre.
37% No tiene tiempo.
12% Por el elevado costo de los ejemplares.
04% Porque nunca leyó.
04% Porque piensa que no es una práctica interesante.
03% Otros motivos.

¿Cómo obtienen los libros…?
40% Compra los ejemplares.
27% Los pide prestados o se los regalan.
13% Los obtiene del colegio- universidad.
08% Los descarga de internet.
06% Los obtiene de la biblioteca pública.
04% De otras maneras.
02% NS-NC.

… Según franjas etarias
Entre 5 y 14 años: 40% los compra y 30% los pide prestado- regalo.
Entre 15 y 25 años: 40% los compra, 20% los pide prestado- regalo y 8% los obtiene de la biblioteca pública.
Entre 26 y 40 años: 40% los compra, 28% los pide prestado- regalo y 7% los obtiene de la biblioteca pública.
Entre 41 y 65 años: 35% los compra y 28% los pide prestado- regalo.
Más de 65 años: 50% los compra, 24% los pide prestado- regalo y 7% los obtiene de la biblioteca pública.

… Según nivel de estudios
Algo para destacar es que, independientemente del nivel de estudios de los consultados, el 40% compra los libros, mientras que un 28% los pide prestados o se los regalan.

El 21% de aquellos encuestados con nivel universitario en curso, dijo obtener los libros que lee del colegio- universidad. Mientras que un 20% de los que tienen Postgrado completo los obtiene en su lugar de estudio y un 20% de la biblioteca pública.

Otro dato interesante que se desprende del estudio, apunta que el 21% de los que cursan un Postgrado descargan los libros que leen a través de Internet, mientras que en el caso de los que cursan algún terciario ese porcentaje asciende a 27%. Los niveles de descarga web de libros digitales descienden considerablemente en el caso de los universitarios completos (13%) y de los que poseen primaria completa (14%).

Universo de la Encuesta
Total Encuestados: 1000 personas.
Detalle: 500 hombres y 500 mujeres, de todas las edades, residentes en CABA y GBA.
Año de realización de la encuesta: 2007.

Sobre la Fundación El Libro

La Fundación El Libro es una entidad civil sin fines de lucro. Está constituida por la Sociedad Argentina de Escritores, la Cámara Argentina del Libro, la Cámara Argentina de Publicaciones, el Sector Libros y Revistas de la Cámara Española de Comercio, la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines y la Federación Argentina de Librerías, Papelerías y Afines. Tiene como objetivo la promoción del libro y el fomento del hábito de la lectura. Realiza la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, la Feria del Libro Infantil y Juvenil, otras ferias en las provincias, donaciones de libros a bibliotecas y escuelas de todo el país, organiza concursos y otorga premios en certámenes literarios y de cultura general.

domingo, 20 de enero de 2008

El Ateneo Grand Splendid, una joya entre las librerías del mundo



Ocupa el segundo lugar en una lista elaborada por el diario británico The Guardian.

Por Raquel San Martín


Imposible entrar en ella sin recordar que allí donde hoy están los libros de bolsillo se ubicaban las ventanillas de venta de entradas; que se esperaba el final de la función anterior en el espacio alfombrado en que hoy se muestran las novedades editoriales y los CD, y que la fantástica cúpula pintada de la sala servía para aguardar entretenido el comienzo de la película.
La librería El Ateneo Grand Splendid conserva todas esas marcas de su pasado elegante como cine y teatro, y quizá también el silencio de reverencia al que obliga el majestuoso interior, donde la voz se baja aunque uno no se lo proponga, como sucede ante un buen espectáculo.
Esta semana, la librería porteña ocupó el segundo lugar en la lista de las diez librerías más importantes del mundo por su esplendor arquitectónico, según el diario británico The Guardian, que destacó la conservación del interior del edificio, inaugurado en mayo de 1919 y convertido en librería 81 años más tarde, en 2000.
"El Ateneo retuvo su antiguo esplendor, con su cúpula pintada, los balcones originales y la ornamentación intacta. Hasta el telón de terciopelo es parte del show. Hay sillones repartidos, el escenario se usa como espacio de lectura y café y, todavía mejor, los palcos se utilizan como pequeñas salas de lectura", describe la nota.
En la lista, firmada por el periodista Sean Dodson, el primer lugar fue para Boekhandel Selexyz Dominicanen, en la ciudad holandesa de Maastricht, que ocupa una iglesia de 800 años de antigüedad, "posiblemente la librería más bella de todos los tiempos", arriesga el periodista. Al local argentino, en el segundo puesto, le siguen librerías en Porto (Portugal), Los Angeles, Glasgow, Cromford (Inglaterra), Bruselas, México, Kyoto y Londres.

Un aporte a la ciudad

Ayer, los empleados de la librería porteña -en Santa Fe 1860- comentaban la noticia. Sonaba un tango suave de fondo y en el local se mezclaban los turistas fotografiando el espacio desde los balcones, con quienes leían tranquilos en los sillones, los chicos de vacaciones en el sector infantil del subsuelo y los que se demoraban con un café en el bar, que, con el telón de terciopelo abierto, ocupa el antiguo escenario y permite una de las mejores vistas del negocio.
En tres plantas alfombradas, que conservan el rojo y dorado original, la librería tiene 2000 metros cuadrados totales. El teatro fue diseñado por los arquitectos Peró y Torres Armengol a principios de siglo, con 4 hileras de palcos, 500 butacas, una cúpula pintada por el italiano Nazareno Orlandi y esculturas de Troiani a los costados del escenario y en la marquesina de estilo griego del frente.
En febrero de 2000, el Grupo Ilhsa firmó un contrato de alquiler por 10 años sobre el edificio e invirtió 3 millones de pesos en remodelaciones, a cargo del estudio del arquitecto Fernando Manzone.
"La Editorial El Ateneo es una marca tradicional, creada en 1912. Y pensamos que conservar el edificio era un aporte para la ciudad. El lugar es bellísimo, así que en realidad no se nos podría haber ocurrido otra cosa que mantenerlo", comentó a La Nación Jorge González, director comercial de Yenny-El Ateneo.
Según dijo, es el local que mayor cantidad y diversidad de oferta tiene disponible de toda la cadena, que suma 34 locales en todo el país. En El Ateneo Grand Splendid hay 120.000 títulos con stock físico, lo que permite a los visitantes optar por 1200 títulos de poesía, 4000 en otras lenguas y 1000 de crítica literaria, por ejemplo.
Por allí pasan 3000 personas por día -según un contador electrónico que registra las visitas en la puerta- y se venden más de 700.000 ejemplares por año. "Los cien libros más vendidos en el año no alcanzan al 10 por ciento de la venta total del local", señaló González.
Sin números, pero con la sensación de comprobarlo diariamente habló Gastón Intelisano, que es vendedor de la librería desde hace tres años. "Todo lo que se edita pasa por acá", ejemplificó. "La librería es un punto en los recorridos turísticos de la zona, e incluso hay extranjeros que llegan recomendados por otros que ya han estado aquí", dijo, mientras, oportuno para apoyar su comentario, un ómnibus paraba en la entrada y depositaba allí a un grupo de turistas extranjeros que pasaría a buscar una hora más tarde.

La lista de The Guardian

La librería más bella del mundo es Boekhandel Selexyz Dominicanen, en Maastricht (Holanda). La siguen El Ateneo Grand Splendid y Livraria Lello, en Porto (Portugal), abierta en 1881.
El 4° lugar es para Secret Headquarters, que vende cómics en Los Angeles, seguida por Borders, en Glasgow (Escocia), en el antiguo edificio de un banco. Luego, Scarthin s, en la ciudad británica de Cromford, y Posada, en Bruselas, especializada en arte.
El lugar de la Mancha, en México DF, está en 8° lugar; Keibunsya, en Kyoto, en el 9°, y el 10° es para Hatchards, en Londres, que provee libros a la familia real.

Diario La Nación, 17 de enero de 2008.

jueves, 10 de enero de 2008

La quema de libros en la historia

“Allí donde se comienza quemando libros, se termina quemando hombres.”
—Heinrich Heine.


Una acción bárbara, metódica y perversa, típica de pueblos invasores y dictatoriales. Se repitió como una peste, de manera discontinua, a lo largo de toda la historia de la humanidad. El último de estos episodios ocurrió en abril de 2003, con la invasión de Estados Unidos a Irak.

Por Noelia Poloni


La quema de libros es la práctica de destruir oficialmente una o más copias de un libro u otro material escrito. En nuestra era, otras formas de almacenamiento de información –como grabaciones, CDs, videocasetes y páginas web– se han incluido dentro de esta acción.
La ejecución es generalmente pública y está motivada por objeciones morales, políticas o religiosas al material publicado.
El término genérico que se utiliza para denominar a quienes queman libros es el de “biblioclastas”; los hubo a lo largo de toda nuestra la historia, en toda tiranía y dictadura que existiera.
Los bibloclastas eliminan la evidencia de una historia, un pasado o un pensamiento, y esto equivale a la supresión, casi en efecto, de una población. Veamos los incidentes más notables.

El Evangelio según Judas y los textos heréticos

En el año 367, Atanasio, el obispo rebelde de Alejandría, emitió una carta de pascua mediante la cual exigía a los monjes egipcios que destruyeran todos aquellos escritos inaceptables, excepto los que él mismo etiquetó como “admisibles y canónicos”. Esa lista es lo que constituye el Nuevo Testamento. Los textos heréticos no aparecieron como palimpsestos, borrados o sobrescritos como los paganos; de esta manera, muchos escritos de principios de la era cristiana se perdieron como si hubieran sido públicamente quemados. El Evangelio de Judas, redescubierto hace poco en Egipto, fue un libro que se extravió mediante esta práctica de destrucción privada de la información.

La destrucción de la Biblioteca de Alejandría

La Biblioteca Real de Alejandría fue en su época la más grande del mundo. Se intuye que ha sido creada a comienzos del siglo III a.C. por Ptolomeo I Sóter y que llegó a albergar hasta 700.000 volúmenes.
El fin de esta biblioteca es uno de los mayores enigmas de nuestra civilización. Se carece de testimonios precisos sobre sus aspectos más esenciales; no se han encontrado las ruinas del Museo, y las del Serapeo son de sumamente pobres.
En Oriente y en Occidente, entre los cristianos y los musulmanes, se han cruzado durante siglos mutuas acusaciones acerca de la destrucción de este gran núcleo cultural. El carácter polémico, evasivo y tedioso del tema ha propiciado decenas de hipótesis.
Lo cierto es que la Biblioteca de Alejandría se llegó a depositar el siguiente número de libros:

-200.000 volúmenes en la época de Ptolomeo I;
-400.000 en la época de Ptolomeo II;
-700.000 en el año 48 a.C., con Julio César;
-900.000 cuando Marco Antonio ofreció 200.000 volúmenes a Cleopatra, traídos de la Biblioteca de Pérgamo.

Cada uno de estos ejemplares constituía un manuscrito con diversa cantidad de temas. Una nueva Biblioteca de Alejandría, promovida por la Unesco, fue inaugurada en 2003.

El Bibliocausto nazi

Se trata de uno de los incidentes más notables de la historia. Comenzó con el nombramiento como canciller de Alemania de Adolf Hitler en enero de 1933, quien casi de inmediato sancionó la “Ley para la Protección del Pueblo Alemán” a través de la cual restringía la libertad de prensa y definía los lineamientos básicos para la confiscación de cualquier material que fuera considerado “peligroso”. Bajo estas consignas, las sedes de los partidos comunistas fueron atacadas y sus bibliotecas destruidas, como así también el Reichstag (parlamento alemán), que fue incendiado junto a todos sus archivos. Días después de este episodio, el partido envió a las organizaciones estudiantiles nazis un memorando que proponía la destrucción de todos aquellos libros peligrosos que estuvieran en las bibliotecas del país.
Así fue como la noche del 10 de mayo de 1933, estudiantes de la Universidad Friedrich-Wilhelm, de Berlín, llegaron a la Plaza Bebelplatz en camiones donde transportaban miles de libros obtenidos de la purga realizada en las bibliotecas públicas y de la misma universidad; se trataba en su mayoría de obras escritas por autores judíos o considerados de ideología subversiva, como Karl Marx, Sigmund Freud, Erich Maria Remarque, H. G. Wells, Bertolt Brecht y Stefan Zweig, incluidos en las listas negras nazis por ser “contrarios al espíritu alemán”. Una vez en la plaza, se levantaron hogueras donde se arrojó los libros, mientras una muchedumbre entusiasta vitoreaba a los manifestantes.
Este hecho se repitió en distintas ciudades alemanas. Se calcula que esa noche, alrededor de 20.000 volúmenes fueron arrojados a las inmensas llamas del nazismo.
Sigmund Freud, al enterarse de que sus libros habían sido quemados, dijo: “¡Cuánto ha avanzado el mundo: en la Edad Media me habrían quemado a mí!”.

Dictadura militar en Argentina

El 29 de abril de 1976, Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de obras de Marcel Proust, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Eduardo Galeano y Antoine de Saint-Exupèry, entre otros autores, “a fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos y revistas, se toma esta resolución para que se evite continuar engañando a nuestra juventud sobre el verdadero bien que representan nuestros símbolos nacionales, nuestra familia, nuestra Iglesia y, en fin, nuestro más tradicional acervo espiritual, sintetizado por Dios, Patria y Hogar”, según explicaba en un comunicado oficial.

Atentado cultural en Irak

Este fue uno de los últimos incidentes y tal vez el más doloroso, ya que al ocurrir en pleno siglo XXI, nos demuestra que el ser humano puede retroceder hasta las más terribles épocas de barbarie. Según la Convención de La Haya de 1954, la nación que ocupa un territorio debe proteger los bienes culturales de este como un principio legal ineludible; sin embargo la primera potencial mundial ignoró esta premisa.
La Biblioteca Nacional de Irak consistía en un edificio de tres pisos, construido en 1977, situado en la capital, Bagdad; considerado una verdadera joya arquitectónica por su belleza, amplitud y servicios, albergaba miles de manuscritos. Todos sucumbieron ante las llamas, luego de la invasión norteamericana, en 2003.
Entre las pérdidas más significativas, podemos mencionar: El Canon de Medicina de Avicena (980-1037), que fuera durante siglos manual de las facultades de medicina, no solamente en los países islámicos sino también en la mayoría de los occidentales; Tratado sobre los números de Abu Said al-Magribi (1819); Tratado sobre pesos y medidas de Kadim b. Qasim al-Hasani (1851); Nahj al-Balaga (El Camino de la retórica, 1160) de Ali b. Abi Talib, primo y yerno del Profeta.
Asimismo, se ha perdido toda la sección documental sobre el Imperio Otomano custodiada en la biblioteca, incluidas miles de cartas y misivas, la colección formada por alrededor de medio millón de documentos relacionados con la Familia Hachimita a la que pertenecía la Familia Real iraquí, así como todos sus libros privados que se conservaban allí.
Además de los miles de volúmenes contemporáneos desaparecidos, hay que destacar la desaparición de los siguientes documentos conservados también en la biblioteca: el archivo moderno de Irak, incluidos los documentos originales de la Primera Guerra del Golfo (Irán-Irak, 1980-1988), el archivo de la prensa iraquí y árabe desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, y el archivo de Microfichas de la prensa árabe y su historia, muchas de las cuales no cuentan con ninguna copia.
El Centro de Documentación y Manuscritos, cercano a la biblioteca, fue también víctima de saqueos y de destrucción.
El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, a manera de excusa ante estos hechos, comentó que “la gente libre es capaz de cometer fechorías, y eso no puede impedirse”.


Fuentes:
“Sobre la destrucción de la BN iraquí y otros legados”, Javier Gimeno Perelló, 2003.
“La censura y quema de libros durante la dictadura militar”, Redaccion [http://www.anred.org/article.php3?id_article=1358].
“Libros en Llamas: Historia de la interminable destrucción de bibliotecas”, Lucien X. Polastron, 2007.
Diario La Opinión, 30 de abril de 1976. [Consultado en: www.elortiba.org]

miércoles, 9 de enero de 2008

Una apuesta política, académica y educativa

Dirigida por Diego Tatián, la editorial recién creada por la Universidad de Córdoba apunta a divulgar producción científica, rescatar obras de valor cultural y publicar colecciones populares.

Por Julián Bruschtein


La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) creó una estructura propia para comenzar a editar sus colecciones de libros, tanto de “divulgación científica” como de “rescate histórico cultural”, según contó Diego Tatián, filósofo y flamante director de la nueva editorial. Ya lanzaron cinco libros, y su proyección es la de “producir una colección de libros radicalmente populares”, así como tener “editados 40 libros antes de fin del 2008”. Está abierta la convocatoria para los investigadores de la UNC para que presenten trabajos a publicar durante este año.
La historia indica que en la UNC –la universidad más antigua del país– funcionó la primera máquina para imprimir libros en una universidad. Y si bien ya contaba con un centro de publicaciones, a partir de septiembre se creó la editorial como una estructura dentro de la órbita de la prosecretaría de Comunicación Institucional. “La existencia de la editorial va a dar una idea del conocimiento que se produce en la universidad, pero también una especie de dimensión cultural histórica, porque tenemos planeado editar de a poco textos que fueron olvidados con el paso del tiempo”, explicó Tatián, a cargo de delinear la política de publicaciones del sello.
La editorial comenzó por lanzar cinco libros que contienen una idea de lo que será la línea general de ediciones: Himnos de la noche; Cantos espirituales; La cristiandad o Europa, de Novalis, es “una vieja y muy buena traducción que hizo Alfredo Terzaga”, según Tatián. También los Escritos sobre medicina, de Jorge Orgaz, antiguo rector de la UNC, y los Escritos sobre la universidad, del reformista Deodoro Roca, ya se encuentran en circulación. La polémica generada alrededor de una carta escrita por Oscar del Barco, donde reflexiona sobre la responsabilidad de las organizaciones armadas en Argentina, fue compilada bajo el título No matar. Sobre la responsabilidad, publicada junto con Del Cíclope y la revista La intemperie. Por último, Peces de Córdoba, de María de los Angeles Bistoni y José Gustavo Haro, es un reciente estudio de biología sobre las 53 especies que habitan en la provincia, la primera publicación que hace la editorial de una investigación realizada por profesores de la universidad.
“El problema para las editoriales universitarias no es en sí hacer el libro –explicó Tatián–, sino esforzarse para que no nazca muerto. Que no terminen rápidamente arrumbados en algún armario perdido.” Junto al filósofo fueron designados los responsables de cada una de las esferas en las que se repartió la atención de la editorial: Gabriel Bernardello estará a cargo de la colección de Ciencias Naturales; Jacqueline Vasallo de la de Ciencias Sociales; Gabriel Gutniski dirigirá el sello de Arte y Arquitectura; Juan Argañaraz estará al mando de Historial Intelectual de Córdoba, y Silvio Mattoni la colección de Ensayo y Crítica.
Como el viejo dicho popular que indica que lo difícil no es llegar, sino mantenerse, Tatián resaltó que estaba en su horizonte “crear un buen catálogo, porque así prospera la editorial y se fortalece su trabajo. Para esto, la proyección que tenemos en carpeta es la de publicar entre 35 y 40 títulos” antes de fin de año. El catedrático aclaró que el emprendimiento es fundamentalmente “una editorial de libros. Es decir que no estará destinada a manuales de cátedra, sino que serán textos que tendrán una circulación comercial dirigida al interés público en general”. Para eso tienen en mente un “proyecto de colecciones radicalmente populares, al estilo del Centro Editor de América Latina de Boris Spivacow”, ejemplificó.
Para el inminente 90 aniversario de la histórica reforma de 1918 que, desde Córdoba, trastocó las formas de gobierno universitario, ganó la autonomía académica, acercó la universidad a la sociedad, Tatián explicó que tienen planeado realizar “una coedición con las editoriales de las universidades de Buenos Aires, Tucumán, La Plata y Litoral. La idea es publicar en tamaño original, a través de facsímiles, la colección de La Gaceta Universitaria”, órgano de los estudiantes antes, durante y después de la reforma del 18.
El director de la editorial destacó que su “ambición es la de formar equipos de investigadores para formar obra crítica. Pero, sobre todo, quiero subrayar que esta es una apuesta política, académica y educativa, una afirmación del rol de la universidad en la sociedad”.

Diario Página 12 (http://www.pagina12.com.ar/), 8 de enero de 2008.