sábado, 30 de octubre de 2010

Taller de medios Rodolfo Walsh


“El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad.”
—R. Walsh





¿Por qué un taller de medios?

Porque los medios de comunicación multiplican las posibilidades de propagar las voces de las organizaciones sociales, colectivos, individuos y movimientos que sostienen prácticas de transformación social.
El Taller apunta a preparar sujetos para un alfabetismo mediático crítico y a capacitarse para la producción de contenidos propios.
La idea es acercar reflexivamente a los participantes al universo de la cultura mediática a través de un uso creativo de los medios para que se puedan, así, difundir vivencias, opiniones y deseos. Es decir, que se disponga del espacio para expresarse construyendo las redes necesarias para la comunicación.

A partir del martes 2 de noviembre a las 19 hs, contará con una carga horaria de 20 horas y se otorgarán certificados de asistencia a cargo de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Informes e inscripción: venas.abiertas@yahoo.com.ar

Organiza: Mesa de trabajo y consenso del ex CCDTyE “Olimpo”.

Ramón Falcón 4250, Floresta, tel 4664-6471. predioolimpo@yahoo.com.ar

sábado, 16 de octubre de 2010

En esta fecha especial...

Sería "cursi" decir cosas como "felicidades a todas las madres en su día", etc., pero este cuento de Pescetti que transcribimos debajo refleja todo lo que a lo largo de la vida sentimos por ellas. Queríamos compartirlo con ustedes... de nada!

“Entonaciones”

Por Luis María Pescetti


Decir mamá, vieja, jefa, como cuando llegamos a casa y queremos saber si está. "Mamá", dicho como cuando le pedimos un vaso de agua, por la noche. "Mamá", como cuando queremos decirle: "Basta, no insistas con eso". "Mamá", como cuando se nos escapa en un grito, ante una situación de peligro. "Mamá", dicho como cuando le presentamos a nuestra persona amada. "Mamá", mordiendo los dientes, con enojo. "Mamá", cuando cerró los ojos. "Mamá", como cuando lo balbuceamos por primera vez. Dicho como cuando no nos conceden algo deseado, y reemplaza a: "Por favor". Como cuando antecede a: "¿Me preparas algo para comer?". "Mamá", como cuando atendemos el teléfono y la llamada es para ella. "Mamá", dicho como cuando nos sorprende con un cambio: peinado, ropa, baile, un curso. "Mamá", como cuando lo que sigue será una mala noticia. "Mamá", respondiendo a nuestro padre que nos pregunta quién tiene la razón. Y ahora "Mamá", también a nuestro padre, que nos pregunta quién cometió un error. Pidiéndole que se apure, pues perdemos el ómnibus. Pero también: "Mamá", como cuando nos apura. "Mamá", cuando abre los ojos, recuperada de la anestesia de una operación. "Mamá...", como cuando le preguntamos si ella se acuerda de un nombre o una situación que no podemos recordar. También como cuando le pedimos que nos disculpe. Decir "Mamá", como cuando no vivimos en el mismo país y llega a visitarnos. "Mamá", en la misma situación, pero cuando nos despedimos. "Mamá", como cuando le anunciamos que será abuela. "Mamá", exclamado como cuando nos da una alegría muy grande. "Mamá", cuando reemplaza a: "No hace falta". "Mamá", ante otras personas, y cuando queremos decirle que no siga, que luego nosotros le explicaremos todo. Dicho como cuando debemos pedirle dinero. Dicho como cuando le pedimos que sea nuestra madre, y que no haga como si fuera nuestra amiga. "Mamá", cuando reemplaza a "Te tenemos una sorpresa". También como cuando reemplaza a: "¿Cómo se te puede ocurrir eso?". "Mamá", puesto en una canción. "Mamá", en un rezo. También cuando hablamos con una persona amiga y le contamos que "mamá" tiene la culpa. "Mamá", en una de esas poesías que les hacen memorizar a los niños para el acto del día de la madre. "Mamá", en un anuncio publicitario. "Mamá" cuando somos hijos adoptivos y conocemos a nuestra madre biológica. Y también "Mamá", dicho por primera vez, luego de haber conocido a nuestra madre biológica, a nuestra madre adoptiva. "Mamá", pero sin mirarla a ella, sino con la vista hacia arriba. "Mamá", inclinando la cabeza.

En: Nadie te creería, Buenos Aires, Alfaguara, 2004.

viernes, 8 de octubre de 2010

La obra de Borges se muda de editorial


Random House Mondadori se quedó con los derechos que tenía Emece, del Grupo Planeta. Se reeditarán por género 54 libros del escritor: ficción, poesía y ensayo.




Por Patricia Kolesnicov - pkolesnicov@clarin.com - Frankfurt. Enviada Especial

Se sabe: antes que nada, lo de Frankfurt es una feria, un lugar de compra y venta y si de comprar y vender se trata, pocas cosas han pasado más impactantes, por lo menos en lengua española, que el pase de la obra de Jorge Luis Borges de Emecé a Random House Mondadori, tal como había adelantado Clarín en parte de su edición de ayer.
Entre charlas, música, empanadas, clases de tango en los pasillos y gente que habla de che por todos lados agitando la presencia de Argentina como invitado de honor en la Feria del Libro más relevante del mundo editorial, una silenciosa, amable, sonriente María Kodama –junto con el agente Andrew Wylie– firmaba el miércoles el contrato por el que la obra del autor deja la casa que lo publicó en vida. Se trata de cincuenta y cuatro libros del escritor: ficción, poesía, ensayo. Lo que firmó solo y lo que firmó en colaboración.
Ayer, la noticia del pase dejaba con la boca abierta a algunos editores y puso manos a la obra a otros. Enseguida corrieron los números “secretos”. Fuentes del grupo Planeta (al que pertenece Emecé) dejaron que se filtrara su oferta, con la que perdieron: un millón trescientos mil euros. La suma por la que Random House se quedó con los derechos del más relevante autor argentino rondaría los dos millones de euros.

Tener a Borges, decían distintas fuentes del mundo editorial, es una cuestión de calidad, de prestigio, pero no de plata. Incluso con el millón trescientos mil euros, comentaba una de las cabezas de esta industria, Emecé iba a pérdida.

¿Perder plata? No es la idea. “Entiendo que Borges es muy rentable”, dice a Clarín Pablo Avelluto, director editorial de Random House Mondadori en la Argentina. “Hay títulos suyos que se reeditan constantemente, que se leen en los colegios”. Borges es Borges: “Es el típico regalo a un estudiante de Letras, por ejemplo, toda la gente que conozco ha leído a Borges de Obras Completas”.
Pero no todo es dinero “cash” en el mundo editorial. La casa compradora habría ofrecido, además, renovar la presencia del autor en España, en México y en otros países de América. Lo que viene, comentaban los editores, es un trabajo enorme para rehacer toda la obra; empezando por las tapas y con mucho cuidado sobre los textos. Hermoso trabajo, decían, que necesitará excelentes editores.
¿Dónde se hará ese trabajo? La edición se hará en la Argentina. Vamos a formar un equipo que trabaje los criterios que usaremos, poniéndonos de acuerdo con María Kodama, cuenta Avelluto.
Esta vez, las Obras Completas se presentarán por género y no por cronología: cuentos, ensayos, poesías, misceláneas. “La idea es salir lo más rápido posible”, dice Avelluto. “Marzo o abril de 2011”.
La de Borges es la más impactante, pero no la única venta. La Feria ya está en marcha: el agente Willie Schavelzon, por ejemplo, vendió los derechos de Las teorías salvajes, de Pola Oloixarac, a Suecia y Finlandia, cuenta en una de las mesitas que tiene en el enorme centro de agentes de la Feria, corazón del evento.
En la mesita de al lado, una de las colaboradoras de Schavelzon conversa con Gianluca Catalano, de la editorial E/O. Entre ambos hay un libro: Lisboa, un melodrama, de Leopoldo Brizuela, Premio Clarín 1999. Brizuela es la gran apuesta de Schavelzon –“yo aposté a él desde antes de que ganara el Premio Clarín”—en esta edición de la Feria: hace tres semanas la editorial alemana Suhrkamp publicó la novela, y ya vendió 8.800 ejemplares. Los alemanes agregaron a la edición un señalador que recuerda al lector quién es quién entre los muchos personajes que tiene la novela. Un elemento extraliterario para facilitar la lectura.
Ayer, también tuvo novedades Federico Jeanmaire, Premio Clarín 2009. Su novela Más liviano que el aire, ya contratada para Francia, ahora lo fue también para Alemania. “Es cierto que Argentina ya no es el tema para la venta de derechos –dice Schavelzon–porque lo fue en 2008, pero hay países chicos que con toda la movida conocieron a autores argentinos y ahora vienen a pedirlos”.

Fuente: Diario Clarín.
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Llego-obra-Borges-muda-editorial_0_349765257.html

jueves, 7 de octubre de 2010

Argentina, invitada de honor en la Feria del Libro de Francfort


Con un homenaje a los escritores argentinos, la presidenta Cristina Kirchner inauguró anteayer la Feria del Libro de Fráncfort, la más importante del mundo, en la que la Argentina es invitada de honor. Para esta ocasión se ha erigido un pabellón en forma de laberinto borgiano.



El pabellón argentino es un tributo a Borges y a sus laberintos que se bifurcan y también, con una Rayuela dibujada en el piso, al genial Julio Cortázar - AP
"Quiero homenajear a los cerca de 70 escritores (argentinos) que nos acompañan hoy", declaró Kirchner en la ceremonia de inauguración, en la que prometió que en esta 62ª Feria del Libro "se va a ver a una Argentina vibrante, una Argentina en movimiento".

"La literatura argentina no fue nunca neutral, no fue aséptica", dijo Kirchner. "Siempre hemos sido comprometidos", aseguró la mandataria, que brindó un homenaje en particular a Elsa Oesterheld -viuda de Héctor Oesterheld, desaparecido durante la dictadura-, quien subió al escenario con ella.

Elsa es la "viuda de un fantástico autor, escritor de 'El Eternauta', que desapareció en la dictadura militar al igual que sus cuatro hijas", dijo la presidenta, que agradeció a los responsables de la Feria de Fráncfort el haber designado a la Argentina como "invitada de honor", en ocasión del bicentenario de la Revolución de Mayo.

"Yo soy de la generación de Gutenberg, que sigue sintiendo el placer indescriptible al agarrar un libro", dijo Kirchner, rehusando el paisaje "apocalíptico" de los que anuncian el ocaso del libro.

El director de la Feria, Juergen Boss, enfatizó en la inauguración que "la memoria es el tema principal de esta Feria del Libro, que se centrará en el horror de la dictadura militar en Argentina, vista a través de la literatura". "Somos testigos aquí de los esfuerzos de (los autores) de canalizar el pasado de Argentina a través de la literatura", agregó Boss.

Entre los escritores argentinos que han viajado a Fráncfort figuran el poeta Juan Gelman, de 80 años, reciente ganador del Premio Cervanes, la novelista y dramaturga Griselda Gambaro, el escritor Mempo Giardinelli y los novelistas Martín Kohan, Claudia Piñeiro, Laura Alcoba, Pablo de Santis y Guillermo Martínez.

La temática de un 33% de las obras presentes en el stand de libros, de 450 metros cuadrados, tiene que ver con la dictadura militar, la represión y sus secuelas, indica el Comité de Organización de la Feria de Fráncfort (Cofra).

"Durante la dictadura militar los escritores argentinos pagaron a costo de su vida y del exilio su compromiso social", declaró Gambaro, que tomó la palabra para abordar el tema de "literatura y poder".

"Como otros países, hemos tenido escritores para avergonzarnos, pero muchos más para experimentar orgullo. Escritores como Juan Gelman, que expresan en la literatura la conciencia del mundo", añadió Gambaro. "La literatura es también escribir sobre la ausencia de cordura" en el mundo e "imaginar otras realidades posibles al sufrimiento colectivo", finalizó.

En la ceremonia participaron también responsables de la ciudad de Fráncfort, capital financiera de Alemania, así como el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle. Tras el acto, Kirchner inauguró el pabellón argentino, diseñado por el arquitecto Atilio Pentimalli, que es un tributo a Borges y a sus laberintos que se bifurcan, y también, con una Rayuela dibujada en el piso, al entrañable y genial Julio Cortázar.

La idea inicial del diseño surgió del cuento de Borges "La Biblioteca de Babel", señaló el arquitecto de 35 años durante una entrevista en el propio pabellón. "Desmenuzamos ese cuento, donde está todo el universo de lo que se puede pensar y escribir y decir en todos los idiomas, y nos dijimos que era ideal para mostrar todas las facetas de la cultura argentina", afirmó.

Pentimalli, que confesó que él y su equipo siguen aún sorprendidos de haber resultado elegidos en un certamen nacional en el que concursaron una treintena de arquitectos mucho más conocidos, indicó a su vez que "buscó llevar ese concepto de Borges a la arquitectura".

"Por eso creamos hexágonos en el piso, para marcar los distintos ambientes y, atravesando todo, hicimos una sección de velos suspendidos en el techo, que caen como una especie de neblina, tratando de hallar esa mirada borgeana del espacio", explicó.

Acompañado de Mariana Pons y Ana Arlía, dos miembros de su equipo, Pentimalli confió que lo que les interesa desde hace algunos años "es hallar en la arquitectura la misma forma de trabajar que en la literatura". "Nos parece fundamental que la arquitectura se contamine de aspectos sociales, políticos, de literatura", destacó, subrayando también que "no es el hormigón, no son los materiales, lo que más importa".

Otra de sus inspiraciones, según dijo, fue el cuento de Cortázar "Los Reyes", donde el "Minotauro no es el monstruo que devora, sino que es el poeta a quien se excluye de la sociedad, al que se le separa para que no cambie el orden establecido".

"Eso dio nacimiento en este pabellón a un laberinto de escritores, de pensadores, que refleja la historia de la literatura argentina y también la dictadura en la época de los años setenta", subrayó el arquitecto.

Por eso en el centro de los paneles están Borges y Cortázar. También están presentes José Hernández y su "Martín Fierro", Roberto Arlt, Macedonio Fernández, Manuel Mújica Laínez, Ernesto Sábato y Rodolfo Walsh, secuestrado y asesinado en 1977 durante la dictadura.

Los "iconos" escogidos por Argentina para representar al país en este pabellón, que lleva el nombre de la escritora Griselda Gambaro, son los escritores Domingo Faustino Sarmiento, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

Pero también figuras de la política, las artes y el deporte, como Ernesto "Che" Guevara, Eva Perón, Carlos Gardel, Mercedes Sosa y Diego Maradona, que están cada uno acompañado de un texto de un escritor o poeta argentino.

Además de los escritores argentinos, entre los autores que generan más expectación en la Feria están el estadounidense Jonathan Franzen, eyectado a la fama tras el lanzamiento de su novela "Freedom", e Ingrid Betancourt, que recién publicó "No hay silencio que no termine", en el cual narra sus seis años como rehén de las FARC.

También Bret Easton Ellis, maestro del género policial, así como el novelista y ensayista alemán Günther Grass, autor de "El Tambor de Hojalata". Se espera asimismo la presentación de una biografía del obispo sudafricano Desmond Tutu y una obra del músico inglés David Bowie.

La Feria recibirá desde el miércoles a unos 7000 profesionales del sector, entre editores, autores y agentes literarios, procedentes de más de 110 países, y el viernes abrirá sus puertas al público, hasta el domingo.

Fuente: El Observador Global.
http://observadorglobal.com/argentina-invitada-de-honor-en-la-feria-del-libro-de-francfort-n11149.html

domingo, 3 de octubre de 2010

La cumbre de la literatura, con la Argentina como estrella

Este martes, la fiesta máxima del mundo editorial abrirá sus puertas a una edición esperada desde hace tiempo por los autores argentinos. El efecto, de todos modos, ya es apreciable: el proyecto Sur tradujo trescientas obras a casi treinta idiomas.

Por Silvina Friera


Luz, cámara, acción: libros y escritores argentinos salen a jugar en la principal cancha del mundo. En ese partido en el que se espera una revancha literaria por la goleada alemana en el Mundial, habrá que transpirar la celeste y blanca. Y tal vez soportar –con estoicismo– chicanas y bromas de diverso calibre. El acontecimiento más importante del mundo editorial, la Feria del Libro de Frankfurt, comenzará el martes con Argentina como invitada de honor. Griselda Gambaro será la voz cantante de la apertura en el borgeano pabellón nacional, donde Miguel Rep realizará un mural en vivo. También hablará la presidenta Cristina Fernández. El equipo ya está en movimiento, precalentando. Es una polifónica delegación integrada por más de cincuenta narradores, críticos, poetas y ensayistas: Osvaldo Bayer, Juan Sasturain, Mempo Giardinelli, Alan Pauls, Claudia Piñeiro, Martín Kohan, Vlady Kociancich, Ricardo Forster, Diana Bellessi, Luisa Valenzuela, Guillermo Martínez, Tamara Kamenszain, Fabián Casas, Leopoldo Brizuela, María Moreno, Elvio Gandolfo, Eduardo Sacheri y Ana María Shua, entre otros. El seleccionado nacional llevará una batería de doce exposiciones de artes plásticas –historietas, fotografía, arquitectura, diseño, porcelana y arte contemporáneo–, y una dupla de lujo engalanará el teatro Alte Oper, el Colón de Frankfurt: Daniel Barenboim y Rodolfo Mederos participarán de la Noche de Gala. Cuando llegue el quinto día –el domingo 10– y los alemanes estén intoxicados de tanta argentinidad, Juan Gelman cerrará el encuentro, que es la vidriera universal de agentes literarios y editores.

Las chicas del boom

Frankfurt –ciudad enclavada a orillas del río Meno–, año 1976. La invitada de honor de la Feria fue América latina. Luisa Valenzuela estuvo en esa edición inolvidable. “Me consta que allí el escritor es –o era, espero– tan sólo un mal necesario, y eso que entonces estaban autores de la talla de Cortázar, Rulfo, Jorge Amado y tutti quanti”, repasa la autora de La travesía. “En mi recuerdo yo era la única mujer; estábamos dispersos en hoteles lejanos en aquel entonces, y asistir a la feria fuera de los momentos imprescindibles era sentir la aplanadora de los editores de best sellers pasando sobre nuestras cabezas. Pero mi memoria atesora momentos extraordinarios: las largas charlas con Rulfo y otros en el pequeño hotel, Manuel Puig diciendo del grupo masculino ‘Ahí vienen las chicas’ y poniéndoles a cada uno nombre de estrella de cine. Vargas Llosa era Esther Williams, tan aplicado y metódico. Recuerdo las grandes cenas dadas por las grandes editoriales alemanas, sobre toda aquella en la cual Cortázar me invitó a sentarme a su lado diciendo que quería ser mi amigo. Maravillas así que ocurren en estos encuentros, más allá de lo comercial que puede ser la Feria en sí. Como siempre, hay que darles más importancia a los intersticios, a los márgenes, que al centro, que suele ser poco interesante.”

Al sur de la frontera

Otro veterano en pisar el suelo de Frankfurt es Mempo Giardinelli. Conoce –dice– bastante el paño y anticipa el pulso de la participación argentina, que desplegará tributos a Julio Cortázar, Leopoldo Marechal y la vanguardia latinoamericana, debates sobre Borges y el idioma de los argentinos, la literatura fantástica, memorias del pasado reciente y el infaltable “literatura y fútbol”, entre otros temas, en los que participarán Martín Prieto, Pablo De Santis, Carlos Gamerro, Félix Bruzzone, Elsa Drucaroff, Laura Alcoba, Pedro Mairal, Ariel Magnus, Sergio Olguín, María Teresa Andruetto, María Rosa Lojo, Daniel Samoilovich, María Negroni, Jorge Monteleone y Samanta Schweblin. “No me parece que la Feria en sí sea especialmente importante para ninguna literatura. Sí es importantísima como feria de negocios, porque ahí van editores, agentes y traductores de todo el mundo, y eso le puede hacer bien a toda la literatura nacional”, dice el escritor, que en lo personal aclara que no tiene expectativas. “Me conformo con que nuestro país haga un buen papel y nuestra literatura se conozca más y mejor.” La carta magna del comité organizador (Cofra) que preside Magdalena Faillace es el programa Sur de apoyo a las traducciones –un subsidio que aspira a convertirse en política del Estado argentino–, celebrado por escritores, agentes y editores. El resultado de este programa se traduce –valga la redundancia– en números sorprendentes: 299 títulos han sido trasladados a 28 idiomas para 33 países. “Algo único en la historia”, repite Faillace.
Cuando las luces se apaguen, cuando el foco de atención se desplace hacia Islandia, el próximo invitado de honor de Frankfurt, lo que quedarán son los libros. Hay tres textos de Valenzuela, “muy especiales” para ella, que estarán en la feria: El mañana, traducido por Helga Lion y Gerard Wallne y publicado por la editorial austríaca Drava-Edition Milo; una antología de sus textos, traducida por los coreanos Cho Hye Jin, Woo Suk Kyun y Park Byong Kyu, publicada por Somyong, y El gato eficaz, publicada por Gobshite Quarterly. “Espero que el programa Sur continúe no sólo por propio interés, porque tengo traducciones al francés y otras en gateras, sino sobre todo porque resulta sumamente importante que nuestro gobierno respalde la producción literaria y artística del país –en tanto embajadas culturales– como lo hacen otros gobiernos”, subraya la escritora. Más allá de conjeturas sobre el desempeño de la delegación argentina, Guillermo Martínez coincide con este logro indiscutible. “Lo más importante de esta Feria es lo que ya se hizo: la traducción de 300 títulos argentinos. Creo que todos debemos cruzar los dedos para que ese programa se convierta en política cultural de Estado, como ocurre por ejemplo en México.” A Giardinelli el programa Sur le parece un acierto. “Que yo sepa es la primera vez que nuestro país decide ayudar en el financiamiento de traducciones de autores nacionales a todas las lenguas del mundo. Es lo que hacen algunos países serios. Ojalá esa política continúe.”
El autor de Crímenes imperceptibles plantea que la literatura argentina no es desconocida para los alemanes. “Son posiblemente el país de Europa que más se preocupó por traducir autores argentinos y en general de Latinoamérica. Creo que no perdieron del todo el hilo después de Borges y Cortázar, como ocurrió en otros países. Supongo que estarán esperando quizá ver algo del nuevo mapa, y de los nombres más recientes”, intuye el escritor. “Otra buena característica del mundo editorial alemán es que son bastante exhaustivos y apuntan a publicar varios libros de cada autor. También es interesante la doble vida que tienen los libros en Alemania con la edición en tapa dura y después en bolsillo. En mi caso mi editorial de tapa dura, Eichborn, publicó ya Acerca de Roderer, Crímenes imperceptibles, La muerte lenta de Luciana B. y ahora, en la Feria, publican una antología de todos mis cuentos.”
Cortazariana de alma. Así se define Valenzuela, pero aclara que no por lo que le pudo decir el escritor en aquella lejana cena de 1976. “Su literatura me toca muy de cerca y la creo absolutamente actual, mal que les pese a quienes la denigran porque se han quedado estancados en Rayuela, novela que tuvo tanto esplendor en su momento que ahora resulta difícil de recuperar. Pero están tantos otros libros, como esa novela excelsa que es 62, modelo para armar. O la tan temprana El examen, para no mencionar los cuentos, que nunca pierden su fama”, enumera la escritora. “Lo que a mí me atrae a fondo en la escritura de Cortázar es su necesidad de forzar el límite del lenguaje para descubrir qué se transparenta del otro lado, qué se está diciendo cuando no se dice o se dice otra cosa, también la búsqueda de esas bisagras que nos abren a la percepción de otros mundos que están aquí nomás, vibrando a nuestro lado, invisibles, y que nos resistimos a enfrentar. Me interesa su valentía y su honestidad, en la literatura y en la política, una y la misma cosa para Cortázar cuando no derrapaba en manifiestos demasiado obvios o en la elementalidad del Libro de Manuel. Me fascina su sentido del humor, su siempre vigente irreverencia, su patafísica forma de señalar el mundo complementario de éste y el valor de las excepciones a las reglas impuestas.”

La cenicienta del mercado


El margen, los intersticios, también laten en el corazón de un mercado –hay que decirlo– ciego y sordo a la madre de todos los géneros. “La poesía en Frankfurt sólo tiene que leerse, encontrar algún escucha y algún poeta alemán que no conocemos. Lo mismo que aquí, en Argentina. No va a forzar nada; que me haya escrito una chica alemana, Silke Kleemann, pidiéndome permiso para traducir algunos poemas, ya es un éxito para mí”, confiesa Diana Bellessi. “No pienso en esas ‘oportunidades para la poesía en una feria de negocios’, como no lo pienso en la Feria de Buenos Aires, ni en ninguna parte. Aunque es una vergüenza para las editoriales europeas y para los agentes literarios considerar al género como un adorno, como si no existiera, y que no haya ingresado, casi para nada, en el programa Sur de traducciones.” En cuanto al Cofra, Bellessi destaca que sí han tenido presente a la poesía por los poetas invitados. “Con Gambaro en la apertura, una de las más extraordinarias escritoras que tenemos, bastante afuera del negocio editorial, y con Gelman en el cierre, creo que se ha tenido una actitud inteligente, privilegiando la calidad por sobre el dinero de la industria.”
Se machaca hasta el cansancio que el ámbito de la Franfurter Buchmesse –un área equivalente a catorce campos de fútbol, repartidos en edificios high tech que suman 184 mil metros cuadrados, con 7373 expositores de cien países– es el espacio por antonomasia de los negocios. La dimensión de ese universo destinada al país no es una vitrina menor. El pabellón argentino diseñado por el arquitecto Atilio Pentimali ocupará 2500 metros cuadrados; el stand de las editoriales, unos 450 metros cuadrados. Otra poeta de la delegación, Tamara Kamenszain, viaja por primera vez por “partida doble”: acaba de publicarse, en Alemania, una Antología poética de toda su obra, traducida por Petra Strien, por el sello suizo Teamart. “La poesía no deja de ser un negocio, o por lo menos habría que pensarla también así para no mistificarla tanto. Porque esa mistificación la deja encerrada en el museo y la obliga a cargar con el sambenito de que ‘la poesía no vende’”, reflexiona. “Yo creo que a largo plazo vende más que la narrativa, lo que pasa es que el largo plazo para el mundo editorial de hoy no tiene ningún valor.” Kamenszain espera que la poesía “tenga mucho para hacer y decir en Frankfurt, sobre todo en el ámbito de la traducción, cuyo ejercicio es de por sí un arte poética”. “Sólo en la poesía se ven claramente las habilidades de un traductor y diría incluso que, aunque se diga lo contrario –que la poesía no es traducible–, paradójicamente sólo la poesía logra traspasar las vallas de todas las lenguas y transmitir lo intransmisible.”
La curiosidad previa al intercambio de figuritas entre poetas argentinos y alemanes incita a preguntar si hay puntos de contacto, ciertas zonas, autores o tópicos que interactúen en las dos orillas. “Paradójicamente la globalización provocó más aislamiento cultural que antes”, responde Kamenszain. “Ya no conocemos nada más que lo que nos venden las editoriales multinacionales, que es como decir que no conocemos nada. La vía regia de acceso ahora es Internet y los jóvenes la explotan con gran sabiduría. Leí a algunos poetas jóvenes alemanes por ese medio. Ron Winkler, a quien tradujo Cecilia Pavón, me pareció superinteresante. Encontré similitudes con lo que escriben las nuevas generaciones de poetas argentinos. Ciertas preocupaciones minimalistas que les dan a los poemas un contacto casi físico con lo cotidiano.” La autora de Solos y solas –que se publicará en Londres, traducido por Cecilia Rossi, nada menos que la traductora de Alejandra Pizarnik– confiesa que está “más que contenta”. “Voy con la idea de constatar que el negocito de la poesía, aunque les interese poco y nada a los agentes literarios, sigue vivito y coleando. No nos olvidemos de que gran parte de la responsabilidad para que ese negocito prospere la tienen los países. La Argentina nunca se caracterizó por darles un lugar a sus poetas, como sí ocurrió en Chile, México o Brasil, por hablar sólo de Latinoamérica. Los poetas argentinos siempre vivieron y murieron como marginales, como personajes de culto. Algunos de los grandes ni siquiera casi vieron sus libros publicados en vida. Por eso tenemos el deber de promoverlos hasta el hartazgo. Yo misma no me harto de hablar, por ejemplo, de Viel Temperley, pero ¿quién lo conoce?”
Valenzuela no puede con su genio. Siempre retuerce ideas y lenguaje hasta provocar la carcajada. “La energía, creatividad y entusiasmo con que viene siendo celebrado nuestro Bicentenario nos da motivo para pensar en un verdadero festejo en Frankfurt”, augura. “Es cierto que toda reunión de escritores y artistas corre el riesgo de convertirse en una bolsa de gatos, pero ¡qué bolsa más vital e interesante!”

Fuente: Página 12.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-19473-2010-10-03.html.