domingo, 28 de noviembre de 2010

La nueva ortografía provoca polémica

Por Verónica Chiaravalli


GUADALAJARA.- La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el mayor acontecimiento editorial en español del mundo, abrió ayer sus puertas al público en un clima de alegría y entusiasmo, pero con una polémica asordinada que hace presagiar alguna borrasca lingüística.

¿El motivo? Hoy se presentará aquí la nueva ortografía española, que propone modificaciones -la supresión de las letras "ch" y "ll", los cambios en algunas formas de acentuación y de denominación de algunas letras- que ya han provocado controversia, cuando no abierto rechazo, entre docentes y escritores, algunos de ellos incluso académicos.

Además de la eliminación de la "ch" y de la "ll", que llevará a 27 el número de letras del abecedario, se propusieron otros cambios: la "i" griega será ye; la "b" será be (y no be alta o be larga); se elimina la tilde en "sólo" y los demostrativos ("este, esta") y en la "o" entre números (5 o 6), mientras que "quorum" será "quórum", "Qatar" pasará a ser "Catar" e "Iraq" será "Irak".

Entre los motivos que impulsan el cambio aprobado por la Real Academia Española, acompañada por las restantes academias de la lengua, se encuentra, con lógica práctica, la voluntad de simplificar el aprendizaje y el uso del idioma.

Desde este punto de vista, la argumentación es incontestable: toda técnica (y un sistema lingüístico es una técnica de comunicación) tiende a desplegarse hacia su punto máximo posible de eficiencia y eficacia. Pero una lengua es también constructora intangible de identidades individuales y colectivas (y entre las colectivas, nacionales), y eso hace que en todo debate sobre su reglamentación entren factores emocionales y también políticos que exceden la lógica.

En estos días se verá en Guadalajara cómo evoluciona la discusión y hasta qué punto es posible alcanzar acuerdos. Por el momento, los medios locales ya anticipan algunas voces críticas, como la del escritor y académico español Arturo Pérez-Reverte, que en declaraciones a la prensa manifestó que se había pedido a la Real Academia Española la revisión de los cambios, sobre todo en lo que respecta a la eliminación de los acentos en palabras como "sólo", "guión" y "truhán".

El mexicano José Emilio Pacheco (Premio Cervantes) y Javier Marías también manifestaron estar en desacuerdo con algunas modificaciones.

Por lo pronto, la Feria ha quedado abierta al público con un acto que mostró la fuerza cultural de México. En el impresionante auditorio Juan Rulfo -de proporciones estalinistas, se bromeaba entre colegas- la escritora, docente, periodista e investigadora Margo Glantz recibió el premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en Lenguas Romances.

Como Julia Roberts

"Me siento la Julia Roberts de la literatura", bromeó la galardonada, que agradeció la distinción con palabras que evocaban a Nicanor Parra: los premios, dijo Glantz, "son como la Dulcinea, mientras más pensamos en ellos son más lejanos, más enigmáticos". Luego, la autora de Saña trazó semblanzas literarias de Juan Rulfo y de Juan José Arreola, creadores que influyeron en su escritura.

Poco antes de la intervención de Glantz, Ana María González Luna, vocera del jurado que otorgó el premio, explicó las razones que determinaron la distinción de Glantz. Entre ellas se valoró la "poética fundada en la fragmentación" con que la autora aborda la crisis de las fronteras entre los géneros literarios, el relieve que ha dado a la "identidad latinoamericana" y sus aportes a "los estudios sobre la literatura y las culturas del período colonial, los siglos XIX y XX a nuestros días".

A su turno, Glantz explicó el mecanismo de su escritura -que la ha llevado a producir ficción y ensayos singulares- como "un proceso difícil de discernir conscientemente, completamente distinto de la investigación para el trabajo ensayístico", y volvió a agradecer el premio como una distinción especial.

"Soy la tercera mujer que lo recibe, la primera mexicana y he cumplido 80 años. Obtener este premio significa para mí un gran reconocimiento", dijo.

Hoy será presentada en la Feria Ortografía razonada , que disparó la controversia y que deben ratificar las 22 academias de esta lengua, hablada en el mundo por más de 450 millones de personas.

Además, entre las actividades más destacadas figuran una conferencia magistral del premio Nobel Jean-Marie Gustave Le Clézio y un homenaje a Tomás Eloy Martínez, que, en un principio iba a contar con la participación del escritor mexicano Carlos Fuentes, premio Cervantes 1987, aunque las noticias que circulaban ayer por la tarde hacen prever la cancelación de la visita del escritor mexicano a la Feria, debido a algunos problemas de salud que aquejan a su esposa.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1328952

lunes, 22 de noviembre de 2010

Volvieron las Flecha, las zapatillas ícono nacional



Tendrán motivos de las historietas El Eternauta y Mafalda, y los ladrillitos Rasti.

Retro, vintage, ochentas. No hay dudas que lo “antiguo” está de moda. Pantalones
nevados, zuecos, hombreras y vestidos onda batones de la nona. Por eso, las
Flecha no podían quedarse atrás.
Se trata de la primera zapatilla argentina, que ahora vuelve al mercado renovada
y con nuevos modelos, pero siempre manteniendo la clásica puntera.
Con motivo de la vuelta, se lanzará una edición limitada que recupera tres
símbolos nacionales como El Eternauta, de Oesterheld y Solano López, Mafalda, de
Quino, y un último modelo que hace honor a los ladrillitos Rasti.
Las zapatillas Flecha –de lona y suela de PVC- se lanzaron por primera vez hace
41 años y en la década del 70 fueron furor, llegando a marcar a toda una
generación de jóvenes.
El que corre vuela con calzado de goma Flecha”, era el slogan de la marca, que
en su mejor momento llegó a producir un millón de pares por mes.

Información extraída de la página de Terra.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Cuentos de Hadas y Duendes Celtas


Espectáculo de narración oral a cargo de Máximo Morales

Cuando:
MAÑANA, Viernes 12 de noviembre a las 19 hs.

Donde:
El Archibrazo. Centro Cultural.
Mario Bravo 437 (a una cuadra de Av. Corrientes al 3500).

Como llegar:
Colectivos: 19-24-26-71-92-99-124-127-128-146-151-168-180(ex 155).
Subte A estación Loria.
Subte B estación Medrano.

Mas información: maximo@argen-digital.com.ar

martes, 9 de noviembre de 2010

Acerca de El lector común, de Virginia Woolf


Por Edit Marinozzi

Virginia Woolf es considerada una fundadora de la novela moderna, por el estilo poético de su literatura. Y seguramente por su técnica del monólogo interior, es llamada “el Joyce en femenino”, “su exacto y tan distinto contemporáneo”.
Se dice en su biografía que la autora de obras memorables como La señora Dalloway, Al faro, Orlando y Las olas, se comprometía con su arte hasta el punto de asimilar cada palabra escrita a su pensamiento, a su vida, y temía el final porque se exponía completa ante el mundo. Insegura ante las críticas de una manera enfermiza, los días previos a la publicación se convertían en un suplicio teñido de oscuridad que la dejaba exhausta.
Quizá por eso Woolf escribe sobre el lector y sobre cómo leer. Publicó el primer volumen de El lector común en 1925 y el segundo en 1932, reunidos después en un único libro. Comienza con una cita que toma de Samuel Johnson:
"Me regocijo de coincidir con el lector común; pues el sentido común de los lectores, incorrupto por prejuicios literarios, después de todos los refinamientos de la sutileza y el dogmatismo de la erudición, debe decidir en último término sobre toda pretensión a los honores poéticos."
Y en el último artículo ¿Cómo debería leerse un libro? nos dice:
"El único consejo, en verdad, que una persona puede dar a otra acerca de la lectura es que no se deje aconsejar, que siga su propio instinto, que utilice su sentido común, que llegue a sus propias conclusiones."
Woolf, entonces, escribe sobre el lector y sobre cómo leer en los dos ensayos que abren y cierran este libro, sin la pretensión de investirse “con la gloria que pertenece a esos raros seres que son también críticos”, sino porque quiere manifestar una pasión que la acompañó toda su vida. En el medio incluye estudios sobre Jane Austen, George Eliot, Joseph Conrad, y otros autores de su interés, algunos consagrados y otros que no gozaban, en su momento, de tanto reconocimiento: una alternativa al canon.
Su estilo desenvuelto muestra la destreza de un biógrafo, la admiración de un lector y, debemos reconocerlo, quizás a su pesar, la precisión de un crítico.
Ella, que –conviene recordarlo- se dedicó a exigir educación para todos, pensaba que la literatura debería ser “un terreno común”, e intentó poblar ese terreno con lectores inteligentes, capaces de disfrutar y de tomar decisiones.
Al final del libro imagina que cuando los lectores lleguemos al cielo “el Todopoderoso se dirigirá a Pedro y le dirá, no sin cierta envidia cuando nos vea llegar con nuestros libros bajo el brazo: ‘Mira, estos no necesitan recompensa. No tenemos nada que darles aquí. Han amado la lectura’”.


El lector común
Virginia Woolf
Selección, traducción y notas de Daniel Nisa Cáceres
Lumen, Barcelona, 2009.


Trabajo realizado para el Taller Literatura y Periodismo, del Programa Bibliotecas para Armar, que coordina Mario Méndez en la Biblioteca Popular Alberto Gerchunoff.