Hoy concluirá la muestra, que reunió a 1.240.000 visitantes, unos 28.000 más que el año pasado.
Por Laura Casanovas
Con una concurrencia récord estimada en 1.240.000 personas, que superó levemente el registro del año anterior, hoy llegará a su fin la 34° Feria Internacional del Libro, que tuvo de todo y para todos, con una amplia oferta editorial y 1500 actos culturales.
Entre las características de este encuentro cultural, que en 2007 había convocado a 1.212.000 visitantes, se destacó la fuerte presencia de los jóvenes. También siguieron ganando espacio los libros para niños y adolescentes y, si bien las ventas en general comenzaron tímidamente, las editoriales estimaron un incremento del 15% respecto del año pasado que, en algún caso, llegó al 30 por ciento.
Y el 1° de mayo fue récord de visitantes, según dijeron los organizadores. "El público ha respondido muy bien, sobre todo a partir de la noche de la Feria [en vísperas del 1° de mayo], cuando la Feria abrió hasta las dos de la madrugada y reunió a 70.000 personas. Esta edición ha sido un éxito", dijo a LA NACION Marta Díaz, directora de la Feria quien, sin embargo, indicó que el encuentro "no es una isla", por lo cual no se puede separar de la realidad.
Esta realidad influyó, por ejemplo, en que muchos invitados de las provincias a las jornadas profesionales realizadas antes de la apertura de la Feria al público no pudieron asistir por la incertidumbre planteada en torno de la situación económica, por el paro del campo.
Encargados de varias editoriales coincidieron en que hubo una Feria antes del 1° de mayo y otra después, en cuanto a la cantidad de visitantes y de ventas. "Se notó el mayor poder adquisitivo a principios de mes. Fue una buena edición, con una estimación de un 15% más de ventas que el año pasado, aunque esperábamos más", indicó Ariel Díaz, encargado del stand de la editorial Norma-Kapelusz.
"Hubo más ingresos, pero el libro está más caro. Estimamos un 15% más de ventas que el año pasado. Se vio mucha gente y mucha juventud", comentó Antonio Segura, encargado de la editorial El Ateneo. En este stand, el libro más vendido fue Mi planta de naranja lima, de José Mauro de Vasconcelos. Le siguieron Crónica loca, de Víctor Sueiro, y el Martín Fierro ilustrado por Fontanarrosa.
Los actos culturales que tuvieron más concurrencia fueron la presentación de Tom Wolfe, la maratón de lectura sobre el humor, el espectáculo de León Gieco en la presentación del libro Cuentos con alas, de Patricia Knopf y Silvina Mansilla, y los espectáculos de canto y baile árabe y de música armenia, que colmaron la capacidad de la Sala José Hernández (1100 personas).
De acuerdo con las estadísticas de la Fundación El Libro, los títulos más consultados en los puestos de informes distribuidos en el predio fueron el Martín Fierro, de José Hernández; Las mil y una noches; La metamorfosis, de Kafka; Antígona, de Sófocles; El arte de la guerra, de Sun Tzau, y Orgullo y prejuicio , de Jane Austen. En tanto, los autores más requeridos en las consultas fueron Antonin Artaud, Atahualpa Yupanqui, Isaac Asimov, Umberto Eco, José Hernández, Jane Austen, Pablo Neruda, Deepak Chopra, Elsa Bornemann y Sófocles.
También se vendieron muy bien, según comentaron las editoriales a LA NACION, las novelas románticas e históricas y los libros sobre historia argentina. Uno de los autores presentes en la Feria que más vendió fue la canadiense Naomi Klein, que presentó La doctrina del shock.
En el stand de Planeta, el título más vendido fue El combustible espiritual, de Ari Paluch, seguido por Pecar como Dios manda, de Federico Andahazi. "Vendimos entre un 30 y un 35% más que el año pasado", contó con entusiasmo Alberto Castan, encargado del stand de la editorial, quien analizó como positivo que este año la Feria hubiera comenzado una semana después de lo habitual -el 24 de abril-, porque permitió que hubiera más días en el inicio de mayo, cuando la gente tiene más dinero.
"Nuestras ventas subieron alrededor de un 15 por ciento. Hubo menos público, en general, aunque la gente gastó", sostuvo Cleopatra Caglieris, encargada del stand del Fondo de Cultura Económica.
Más allá del público, entre las notas distintivas de este año se destacaron la presencia de Ricardo Piglia, la escritora brasileña Nélida Pinón, el mexicano Juan Villoro, el periodista Tom Wolfe, el bailarín Julio Bocca, el dibujante Nik, la ilustradora Maitena, entre otros. En tanto, la maratón de homenaje a Atahualpa Yupanqui, el encuentro internacional de poetas, la noche de la Feria y el encuentro con los chefs, entre una variedad de opciones, demostraron que la Feria es un auténtico encuentro con la cultura.
Diario La Nación, 12 de abril de 2008. http://www.lanacion .com.ar/cultura/ nota.asp? nota_id=1011670
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