El mundo "tablet" está desplazando progresivamente el auge de la
demanda de los libros electrónicos. Un ejemplo de ello lo constituye la
firma taiwanesa E Ink Holdings, que fabrica la mayoría de las pantallas
monocromáticas para dispositivos como el Kindle de Amazon.com y el Nook
de Barnes & Noble.
Tras cinco años de crecimiento durante los cuales sus envíos
aumentaron un 100%, al final del 2011 sufrió un bache cuando
los ingresos mensuales bajaron un 91% en dos meses.
Los lectores electrónicos se beneficiaron en un principio de sus
pantallas, ya que pueden leerse bajo la luz solar y requieren muy poca
energía. Además, no resultan dañinas a la vista.
Pero el éxito del iPad de Apple, la mejora en las pantallas
retroiluminadas, la tecnología de ahorro de energía y los "tablets" más
pequeños apuntan en otra dirección. Parece que el lector electrónico se
ha convertido en una tecnología de transición.
Ahora las empresas de papel electrónico, como E Ink, luchan por dar
con nuevas formas de vender su producto o en algunos casos lo abandonan
por completo.
Un estudio reciente del Centro de Investigación de Pew reveló que
menos del 50% de los estadounidenses de más de 30 años que leen
libros electrónicos lo hacen en un lector electrónico. La cifra cae a
menos de un cuarto para los menores de 30 años.
Los analistas han rebajado sus previsiones para el sector, en
ocasiones de forma drástica. ISH iSuppli predijo el diciembre pasado que
en 2014 se venderían 43 millones de lectores electrónicos. Al revisar
esas cifras el mes pasado, redujo la estimación en dos tercios.
En contraste, Morgan Stanley dobló sus predicciones en junio para
despachos de "tablets" en el 2013, calculando 216 millones frente a su
previsión de 102 millones en febrero de 2011.
Otros productos
Pero no todas las noticias son malas. Ha llegado al mercado una nueva
generación de lectores electrónicos con luz frontal, que permiten leer
en la oscuridad.
El Kindle Paperwhite se agotó rápidamente y, junto con el lector
electrónico Kindle básico de 69 dólares, ocupan los puestos 2 y 3 de
productos más vendidos en Amazon, en función de unidades vendidas.
Amazon también ha lanzado sus Kindle en dos nuevos mercados de gran
tamaño, India y Japón.
Pero E Ink no está apostando su futuro en que los consumidores
compren más ‘e-readers’, sino en áreas como la educación o dispositivos
como relojes, memorias USB o carteles en la vía pública.
Esa estrategia no acaba con todo el pesimismo de los analistas. E Ink
no solo se ha visto superada por la aparición del "tablet", sino que
también ha sido lento en innovar.
Aunque las pantallas de los últimos Kindle se refrescan más rápido
que en modelos anteriores, los detractores dicen que siguen pareciendo
algo antiguas respecto a pantallas de Apple o Samsung.
Por otra parte, E Ink dice que no se amilanará y que pretende jugar
un papel más central en cualquier nueva industria en la que encuentre un
hueco. “Para nuestros nuevos productos, no seremos solo un proveedor de
componentes”, afirmó el presidente ejecutivo de la compañía, Scott Liu.
Sus posibilidades son limitadas, según Alva Taylor, que emplea a E
Ink como ejemplo en sus clases en la Escuela de Negocios Tuck del
Dartmouth College. “El porcentaje de éxito para empresas con una
tecnología que buscan una solución es bastante bajo”, señaló.
Fuente: http://www.telecinco.es/informativos/tecnologia/lectores-electronicos-arriesgan-desuso_libro_electronico-cajon_0_1500975085.html
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